Fumum Vendidi

Obituario: Fumum Vendidi, sobre placa de mármol y sin marcas.


Decía mucha gente que perdonar es olvidar. ¿Qué pasa cuando el propio recuerdo no quiere olvido? ¿Significa entonces que no quiere perdón?
Ya ha pasado un año desde que te conocí; han pasado muchas cosas, muchas situaciones a veces poco entendibles. Quise yo resguardarme en el olvido, quise ocultarme en los estudios, quise esconderme de mi mismo... quise muchas cosas pero ninguna me dió una solución lo suficientemente consoladora.Ya ha pasado un año y me doy cuenta cada vez con más razón de que nada puedo hacer para dar vuelta este reloj de arena que quisiera volviese a contar. Nada he podido hacer para detener este tiempo implacable que consume mi tiempo y que ya consumió el tuyo con hambre sangrienta sin piedad ni rencor, sin condena ni salvación.¿Qué pasó con nuestro tiempo? Como quisiera volver a tener nuestro tiempo en mis manos para volver a abrazarte y decirte cuanto te quiero, cuanto te extraño, cuanto me arrepiento de rendirme en la búsqueda y que finalmente fueras tu el que me encontró, cuando era yo el que debía encontrarte.Y ahora estoy aquí, recordándote, recordando aquel juramento en esa noche fría en la que el mundo no fue capaz de detenerse para que te viera antes de partir, que sólo me dió la oportunidad de ver una cáscara vacía, un ser inerte sobre el que derramé las lágrimas más amargas de las que tengo recuerdo.Y estoy aquí tomando y dando, queriendo este mundo de magia que me hiciste conocer, este sueño de mundos inventados, de sombras en el agua, tan difusas y reales como que te amo aún y que no puedo dejar de acordarme de ti sin que lloré como la noche en que aprendí que perdonar no es olvidar sino volver a entregar.


A ti Fernando Gallardo,
a un año de conocerte
y a muchas vidas de olvidarte.

Fernando Martín Gallardo Vivar
(4 de abril de 1982-11 de junio de 2006)